La obesidad es un trastorno metabólico multifactorial que se caracteriza por una acumulación excesiva de grasa corporal. Son muchos los estudios científicos enfocados a intentar identificar nutrientes, componentes de la dieta o fármacos que puedan actuar de forma beneficiosa sobre la acumulación de la grasa corporal.
La vitamina A, que se encuentra naturalmente en alimentos de origen vegetal, como frutas, verduras y hortalizas en forma de caroteno, o bien, en alimentos de origen animal, como el hígado u otras vísceras, dónde se encuentra en forma de retinol (la forma procesada de los carotenos), ha demostrado poseer efectos beneficiosos en la modulación de la grasa corporal y del metabolismo energético en estudios realizados en animales y cultivos celulares. A pesar de que dichos efectos no parecen ser tan evidentes en los seres humanos, esta paradoja podría ser debida a la presencia de determinadas variantes genéticas asociadas a la variabilidad en los niveles plasmáticos de vitamina A y de sus efectos sobre el control de la grasa corporal.

Un reciente estudio publicado en la revista especializada en nutrición Nutrients https://www.mdpi.com/2072-6643/12/9/2588 ha identificado la existencia de sub-grupos de población que presenta mayor prevalencia de elevada grasa corporal asociada a dietas relativamente bajas en vitamina A, sobre todo cuando estos individuos son portadores de determinadas combinaciones genéticas (genotipo) en las variantes rs5888 (SCARB1), rs1800629 (UCP1) y rs659366 (UCP2). Así pues, este estudio identifica dos grupos de población caracterizados por su genética: un primer grupo de personas llamado Genotipo A, que se caracteriza por presentar mayor grasa corporal en caso de reportar una dieta baja en vitamina A; y un segundo grupo, llamado Genotipo B, cuyo efecto de la dieta pobre en vitamina A no se asocia al nivel de grasa corporal. Además, el comentado estudio realizado por el grupo de investigación liderado por el Prof. Palou y que involucra investigadores de la Universidad de las Islas Baleares y de la empresa Spin-off Alimentómica SL, también caracteriza los efectos en el metabolismo energético que desencadena la vitamina A en células aisladas de individuos de ambos genotipos. De esta manera, los cambios metabólicos provocados por compuestos relacionados con la vitamina A son distintos de acuerdo con el bagaje genético del individuo, lo cual permite explicar el efecto diferencial de esta vitamina sobre la grasa corporal, según si se es portador del genotipo A o del genotipo B.

Por lo tanto, el contenido suficiente de VA en la dieta podría estar relacionado con un mejor perfil de adiposidad corporal siempre teniendo en cuenta la influencia de un conjunto de variantes genéticas que predispondrían a mayor riesgo de elevada adiposidad corporal cuando no se alcanzan niveles de ingesta de VA óptimos (Genotipo A). El conocimiento del perfil nutricional y genético, a través de herramientas nutrigenéticas como #Mefood, permiten adoptar estrategias nutricionales adaptadas a tus necesidades individuales y, por lo tanto, más eficaces para combatir o prevenir el exceso de grasa.